Una especie se considera en peligro crítico de extinción (abreviado como CR) cuando, tras ser evaluada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), es clasificada en esta categoría e incluida en su Lista Roja por determinarse que enfrenta un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre. [1]
Esta categoría incluye las especies que han mostrado una fuerte caída de entre un 80% y un 90% de su población en los últimos 10 años o tres generaciones, fluctuaciones, disminución o fragmentación en su rango de distribución geográfica, o una población estimada siempre menor que 250 individuos maduros.[1]
En consecuencia, la categoría denota un riesgo altísimo de extinción, exigiendo importantes medidas de conservación para prevenir la desaparición de la especie en el corto o mediano plazo. En el sistema de categorías de la UICN es el nivel de riesgo inmediatamente superior a en peligro (EN) y antes de ser una extinta en estado silvestre (EW).Algunos sistemas poseen similares categorías, por ejemplo:
- Bajo las clasificaciones de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), las especies en peligro crítico de extinción están protegidas por el Apéndice I, que restringe su comercio solo a casos excepcionales.[4]
- La categoría G1 otorgada por la organización conservacionista NatureServe incluye todas las especies que se encuentran "en peligro crítico" de desaparecer a nivel mundial.[5]
- La categoría "en peligro crítico" del Acta de Protección Medioambiental y Conservación de la Biodiversidad de 1999 de Australia, incluye las especies de ese país que tras ser evaluadas coinciden con criterios similares a estos.[6]
- El criterio "A nivel nacional crítico" (NC) del Sistema de Clasificación de Amenazas de Nueva Zelanda también incluye criterios con especies similares a los de la categoría equivalente de la Lista Roja.[7]
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