miércoles, 10 de agosto de 2011

CONEJOS SILVESTRES

 

Conejo Silvestre

El conejo fue introducido en Chile a mediados del siglo XIX, y en Tierra del Fuego en 1936. Su alto poder reproductor (hasta 30 crías por hembra al año) permitió que entre 1936 y 1953 la población de conejos creciera de cuatro individuos hasta casi 30 millones, causando daños importantes en la ganadería ovina y pérdidas cuantiosas en plantaciones forestales y áreas de reforestación en el centro y sur del país, al destruir las plantas y brotes tiernos.
La plaga de conejos en Tierra del Fuego se controló introduciendo el virus de la mixomatosis, una enfermedad específica de este animal. Esta experiencia se convirtió en un ejemplo para el control de esta especie, siendo utilizada también en Australia y otros países con el mismo problema.




El conejo fue introducido muy temprano en el Archipiélago de Juan Fernández, y en la actualidad se ha transformado en la peor plaga animal de las islas y en una seria amenaza para la flora de ese lugar.
Principales características de hábitatEl conejo está presente en terrenos de características agropecuarias o forestales, ubicándose en lugares que le permitan defenderse o resguardarse de los agentes depredadores, prefiriendo los matorrales y la vegetación con espinas o elementos punzantes como zarzamoras y tebos.
Los conejos ocupan suelos generalmente arenosos, o muy permeables, y si el relieve del terreno es plano, excavan túneles de hasta 3 m de longitud. En superficies onduladas y/o accidentadas construyen sus madrigueras o conejeras entre y bajo la vegetación arbórea y arbustiva, para proteger mejor a las crías.
Requieren de vegetación herbácea durante todo el año para que las hembras gestantes logren completar un mínimo de partos por temporada, permitiéndoles de este modo mantener las poblaciones, frente a limitantes como la depredación, enfermedades, caza, hambruna, etc.
Los factores climáticos juegan un papel importante en el establecimiento del conejo en su zona de distribución, y Chile ofrece un hábitat ideal para su desarrollo por el tipo de clima que ofrece.
Impacto del conejo sobre los rubros agropecuarios y forestalLa tala del bosque nativo y el posterior establecimiento de plantaciones forestales en la misma área, constituye un ambiente favorable ecológica y fisionómicamente para el desarrollo del conejo silvestre, dado que la vegetación que se desarrolla es el alimento ideal para mantener las poblaciones de conejos pero causan un gran daño al cortar las plantas y los brotes, pues inutilizan al árbol en términos madereros.
En las áreas agrícolas, el conejo silvestre se establece en superficies ganaderas o campos agrícolas, delimitados por cercos de zarzamoras, los cuales son hábitats favorables para su desarrollo. En estos escenarios provocará enormes daños y mermas en la producción.

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